domingo, 20 de mayo de 2012

Primer amor

Si me preguntan quién fue mi primer amor no podría responder de inmediato. El primer recuerdo de tengo de algo que podría llamarse “primer amor” viene del nido. No recuerdo si fue una amistad convertida en amor, un amor a primera vista o un “más me pegas, más te quiero” infantil; pero si puedo recordar un nombre: Efraín. Tengo el recuerdo de estar con mi mejor amiga del nido corriendo alegremente desde la zona de juegos al salón de pintura, mientras nos dejábamos perseguir por Efraín y su mejor amigo (al que obviamente también le gustaba mi amiga). No recuerdo muchos detalles porque tenía 4 años, pero si tengo el recuerdo de su cara y sus lindos ojos verdes. Recuerdo también que estaba clarísimo para la gentita del nido que él era mi “novio”. La Miss Miriam lo sabía, la Miss Chana lo sabía; hasta mi mamá lo sabía y, por supuesto, le encantaba la idea. Si, leyeron bien. Tenía 4 años y mi madre un poco más y me ponía moño rojo y me declaraba en oferta. Es más, ¡me torturó hasta la adolescencia con buscar a la mamá de Efraín para un reencuentro! ¿Qué habrá pensado?: “Esta mercancía sale si o si”… plop! Imagino que todo terminó cuando irremediablemente tuvimos que seguir nuestros caminos: él a su colegio de niños y yo a mi cole de niñas. Nunca más lo volví a ver (al menos eso creo) y no recuerdo haber sentido pena, ni nostalgia, ni siquiera haberlo extrañado. Entonces, ¿fue amor? ¿tal vez una ilusión? Bueno, no nos pongamos tan profundos todavía… ¡tenía 4 años!
Después del nido tuve muuuuuchos años en colegio de mujeres sin grandes situaciones interesantes. Lo más divertido era joder a una u otra con el profesor joven de basket o con el chico que sacaba copias. Y no, nunca me gustó, afanó, ilusionó o divirtió ninguno de estos jovencitos, nada nadita. Aunque si, acepto que era un cague de risa fregar a alguna que si le afanaba.
Ya en mis primeros años de adolescente, en un aburrido verano más en casa, sucedió algo inesperado y mágico. Mi hermana y yo estábamos jugando con una pelota que sin querer se cayó al jardín de la vecina como otras veces. Ya nos daba roche y flojera ir a pedirla, cuando de pronto vimos que la tiraban de vuelta a nuestro jardín. El balcón de nuestro cuarto y el tercer piso daban al jardín de la vecina, así que fuimos a ver quién nos la había devuelto, y vimos a dos chicos de nuestra edad. Jamás me sentí tan estúpida como en ese momento. No tenía la mínima idea de que hacer así que hice lo que todo gran hombre o mujer haría en esta situación: me escondí. Mi hermana, que es menor, supongo que habrá optado por seguirle la cuerda la “experimentada” hermana mayor (pobre niña) e hizo lo mismo. No se cómo así, entre escondiditas y arrochadas, comenzamos a mandarnos notitas con los chicos estos. Nos preguntaron nuestros nombres y fuimos intercambiando información como edades, colegio, etc. a través de notitas que iban y venían. Algo así como una versión primitiva de un chat. Eran los nietos de la vecina y en verano pasaban varios días en casa de su abuela.
Esa noche debí haber estado insomne y alucinada. Eso, o completamente aterrorizada, preguntándome por qué carajos había reaccionado así. No tenía sentido, si las grandes protagonistas de las novelas no se escondían: ni la Rosa Salvaje, ni la Maricela de Amor en Silencio (por más que fuera la “buenita”). No señores, aun no se estrenaban ni María Mercedes ni María la del Barrio. Y es que, en ese momento, esos eran mis únicos referentes. La verdad es que nunca me habían hablado del amor. Había tenido en el colegio la bendita charla de educación sexual, pero nunca nadie me había hablado de amor y qué era amar, y mucho menos de todas la etapas que pueden haber antes del amor en sí mismo: ilusión, admiración, afán, gileo… no, nada de nada. Era una “analfabeta sentimental”. Y lo peor es que no tenía idea de eso porque juraba que el amor era algún Capetillo diciendo “te amo, pero es complicado”, y la “buenita” llorando y perdonando cojudez y media, y la familia oponiéndose, y la “mala” siempre tramando algo para separarlos, y drama, y cada vez más drama, y bla bla bla. Por si el mensaje no quedó claro: Si, las telenovelas nos cagan el cerebro.
Los días siguientes fueron mágicos. Nos “avisaban” que estaban ahí cuando salían y tiraban pelotazos contra la pared de su jardín que daba a nuestro cuarto. Pasamos de chats primitivos a conversaciones jardín-balcón, a que se trepen al techo y se pasen clandestinamente a mi casa… Oh, ¡que romántico! Estuvimos en ese plan “clandestino” un mes aproximadamente, hasta que mi mamá se dio cuenta y nos resondró (léase carajeo) a mi hermana y a mí. Después venían a la casa (entraban por la puerta principal) y jugábamos lo que sea. De hecho, había más química entre el mayor de los hermanos y yo, y el menor y mi hermana, y siempre nos separábamos de “a dos” para jugar lo que más nos gustaba. Pasada la “ilusión” comenzó a generarse la “admiración” porque teníamos una química linda al jugar Nintendo. Mario y Luigi se pegaban cabezazos mientras nosotros conversábamos (honestamente no recuerdo de que hablábamos, pero debe haber sido trascendental).
Cuando las clases comenzaban los veíamos muy poco. A veces coincidíamos en las tardes y tal vez uno que otro fin de semana, pero no como en verano. No sé si puedo decir que eso fue amor. Lo que sí puedo decir, es que lo extrañaba cuando no lo veía, pensaba en él cuando jugaba sola Nintendo, y sentía como latía más fuerte y rápido mi corazón cuando escuchaba sus pelotazos contra la pared del jardín.







La letra de esta canción es tan cursi como cierta. Espero que cada uno de ustedes haya vivido y disfrutado dulcemente su "primer amor".

3 comentarios:

  1. que bonito post...yo tb tuve mi "primer amor" en el nido, cuando tenia 4 años...y si recuerdo que me pidio ser su enamorada y me regalo un sticket de snoopy! xD...y después no lo vi más...pero así mi ilusión, recontra ilusión fue a los 14-15 años, en los cuales vivia enamoradísima de un chico con el que había estudiado en la primaria (estudie la secundaria en colegio de mujeres) y cuando lo veía por casualidad de regreso de la confirma por su casa...mi corazón se aceleraba y me quedaba estúpida por toda la semana! xD la más cándida!

    Yu*
    http://www.elsusurrodelaazucena.blogspot.com/

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