domingo, 8 de julio de 2012

Vamos a “jugar”

En primer lugar, quiero disculparme por no haber posteado las semanas anteriores. Digamos que tomé un descansito que resultó muy útil, ya que tengo muchas más ideas para futuros posts.
Segundo, quería agradecer a Eduardo Adrianzen por la inmerecida recomendación de mi blog que hizo hace un par de semanas a sus seguidores en twitter. Fue un honor. Gracias miles.
Finalmente, gracias a quienes han entrado a ver si colgaba algo nuevo. Prometo hacer lo imposible para postear algo cada semana. ¡Gracias por leer!


Hace algunos años, cuando también estaba soltera, llegó el día en que me aburrí. La vida de soltera, llena de diversión, libertad y juerguita, terminaron por hartarme. Me había cansado de repetir mil veces lo mismo: salir a los mismos lugares, vestirme y producirme para cada salida, conocer a los mismos tipos de chicos y escuchar las mismas preguntas: ¿cómo te llamas? ¿cuántos años tienes? ¿qué haces por la vida? ¿dónde trabajas?, etc.
Hasta llegué a plantearme seriamente la posibilidad de elaborar una suerte de brochure o panfleto donde estuvieran resumidas todas las respuestas a esas preguntas que me hacen en el tan estereotipado momento de conocerse. La utilidad de esta propuesta hubiera sido absoluta, ya que ahorraría tiempo y esfuerzo a ambas partes. Para optimizar al máximo mi planeado brochure, en la parte inferior o final del texto incluiría este pequeño (pero muy útil) “disclaimer”:

“Abstenerse casados, comprometidos, enamorados (así estén ”en un break”), sacavuelteros, mitómanos, inseguros, controladores y patanes. Bajo ninguna circunstancia pretender falso interés, por su propio bienestar psicológico. Se ruega notificar si no te gusta bailar, tienes “dos pies izquierdos” y/o eres malo en la cama (favor considerar todo el feedback recibido en este campo).
Nota: Si sólo buscas un agarre o sexo casual, avísame a ver si estoy interesada.”

Pero, como toda iniciativa revolucionaria, fue muy criticada por mis amigas, quienes lo tomaban a broma y dejaban entrever en sus miradas que no debía hacerlo. Qué lástima.

En el punto más bajo de mi aburrimiento, decidí jugar a no ser yo. Usaba un apellido inventado y la vida de alguna amiga o amigo que conociera bien. Después, decidía el personaje: una cucufata que acababa de terminar con su único enamorado, una “come-hombres” declarada que lo único que quería era sexo (mi versión de Samantha Jones de Sex and the City), una desesperadita por casarse, y hasta la extranjera de visita por Lima. Eso sí, usaba mi nombre, si no hubiera sido muy difícil. Ay, ¡si pudieran imaginar lo divertido que es ver las reacciones de los chicos “en la cancha” con estos personajes! Hago una pausa necesaria para reírme a carcajadas de esos recuerdos realmente “priceless”.
Por supuesto que no “jugaba” esto cuando un chico parecía realmente interesante, pero la mayoría tiene prácticamente puesto un cartel que dice “te quiero comer”, así que no me perdía de nada. Sin embargo, debo confesar que algunas reacciones me sorprendieron, pero mejor les cuento para que saquen sus propias conclusiones:

La cucufata: Por más que intentaban agarrar conmigo, nunca atraqué. Les decía que no podía besar a alguien que no fuera mi enamorado, porque no era correcto. Los tres chicos que conocí y, con los que jugué este jueguito, lo tomaron como un reto. Me apretaban al bailar y yo les decía que me incomodaba tenerlos muy cerca y se alejaban pero volvían a hacer lo mismo al rato. Trataban de convencerme de que no tenía nada de malo agarrar, que yo gustaba mucho y que podían “ver” que yo era una chica especial. Floro misio del bueno. Unas joyitas.

La “come-hombres”: Esta versión fué un hit. Los dos chicos que conocí se rayaron. No sabían que hacer conmigo y las indirectas súper atrevidas que les mandaba. A los dos me los agarré y, sorpresivamente, me trataron súper bien, como a una “dama”. Qué ironía. Cuándo ya quería sacármelos de encima les decía “para ir a otro lado”, y podía ver en sus ojos que no sabían que responder. Inventaban alguna escusa y no atracaban. ¿Será que le gusta ser ellos los que hacen las propuestas? o ¿tal vez fui muy intimidante? Quién sabe…

La desesperadita: Esta era la más divertida. Me encantaba verles la cara cuando les pedía sus nombres para añadirlos a mi Facebook y les decía que quería llevarlos a una reunión de mis amigos en menos de 10 minutos de haberlos conocido. Hasta les decía que me iría de viaje y les preguntaba ¿me vas a extrañar? Pobres ilusos. ¡Salían corriendo espantados! Infalible para ahuyentar hombres.

La extranjera: La verdad no soy muy buena con los acentos, pero por trabajo tenía cierto contacto con colegas latinoamericanos. En el afán de ironizar al extremo el objeto de la infidelidad de mi ex enamorado, elegí ser una colombiana. Si me preguntan, he viajado a Colombia, tengo amigas y amigos colombianos a los que tengo mucho cariño, pero igual pienso que las colombianas hablan horrible, son fáciles y muy resbalosas. Sí, es prejuicioso y debería darme vergüenza y blablablá. Yo sé, de acuerdo pero, como les dije, mi ex me sacó la vuelta con una, así que no me pidan más de lo que puedo dar. Entonces, como la “colocha” conocí a un muchachito que se alucinó mal conmigo (o la turista, en todo caso). Bricherooooo. Llegó al punto de preguntarme mi hotel y mi número de habitación. Tuve que inventar que ya regresaba a mi país y le di mi disque número de teléfono en Bogotá (completamente inventado, claro). En su obsesión extrema por el acento foráneo, se ofreció a llevarme al aeropuerto y por supuesto, prometió ir a “visitarme”. Juro que ni siquiera tuve que esforzarme en parecer interesante. Bastaba con un poquito de acento al hablar y el broder se alocó. Mucha novelita colombiana, creo.  

Y así fué como momentáneamente supere el aburrimiento y pude convertir esta etapa en una de las más divertidas de mi vida. No tomaba en serio las salidas ni conocer a estos chicos, y actuar y pensar así siempre es liberador. Sin embargo, jugar esta “versión” también terminó por aburrirme, así que ya casi no frecuento estos lugares. He decidido no jugar más ningún juego. Me jode el estereotipo de la chica que espera a que me saquen a bailar y, como no soy buena esperando, si tomo la iniciativa resulto ser la loca fácil de la noche.
Es muy probable que pierda este “juego” por W.O. (walkover) y la verdad no me importa. Si llego a conocer a alguien supongo que será en alguna otra circunstancia más atractiva para mí. Mientras tanto, así, tranquilita, estoy mejor.
Esta canción resume bastante bien la "rutina" de la que me aburrí. Disfrútenla.


Incluyo esta canción de Lily Allen porque su letra es simplemente genial y refleja ese hartazgo que describo.

“Can't knock 'em out, you can't walk away
Try desperately to think of the politest way to say
Just get out my face, just leave me alone”



15 comentarios:

  1. Como me hubiera gustado verte en plena "interpretación"!!!

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    1. Creo que me viste una vez... o no? En fin, si quieres, un día de estos salimos y hago la versíón "reloaded", jejeje.

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  2. Imagina que el chico de "la colombiana" lea esto....pobrecito jaja ...aunque me gusto más "la comehombres", siempre son así, tomas la iniciativa y no saben qué hacer!

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    1. Más bien pienso en toooodos los que conocieron a una colombiana que los choteó, jajaja. Y sí, la come-hombres es mi favorita también, pero la que menos "éxito" tiene, jeje.

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  3. lo maximo Carlita!!!
    me has hecho reir mucho...sobre todo con la "cucufta" :)

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    1. Gracias! La "cucufata" es linda, le tengo mucho cariño. Es muy inocente y siempre pone a los chicos en jaque con sus propias palabras. Divertidísimo :)

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  4. Soy relativamente nueva en esto de los blogs, me gusta la técnica q usas al escribir y como lo enfocas. Me encantó la parte de la colombiana y como ironizas la situación con la de tu ex. Te deseo los mejores deseos y ojalá escribas mas seguido.

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    1. Algo que nos cuesta mucho a las mujeres es dejar de pretender ser "perfectas" y comenzar a reirnos de las cosas que nos pasan. Ironizar lo de la colombiana me costó mucho, pero fué liberador.
      Gracias por tus buenos deseos, por darte el tiempo de leer y comentar.
      Escribiré más seguido :)

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  5. Bueno, es evidente que en la barra de un bar uno no encuentra al amor de su vida. Muy divertido el post!

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    1. Sabes, este verano conocí gente que se conoció en estos antros, y se van a casar. Nada es absoluto, pero lo mas probable es que no.

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    2. Yo he hablado del "amor de su vida" el que se casen no significa siquiera que se amen. Ya si siguen juntos luego de muchos quinquenios y no se han destruido la vida mutuamente entonces hablamos de encontrar al amor de tu vida en la barra de un bar.

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    3. Hay una línea muy delgada entre "destruirse la vida" y "cambiar para disfrutarla con alguien". Todo depende del momento en que ves para atrás y donde quieres poner ese recuerdo.

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  6. Bien la srta tenia su lado científica exploradora de campo, a todos nos da en cierta forma hacer cualquier tipo de experimentos sociologicos de campo en algun momento de la vida.
    Me sorprendió tu resultado de las come hombres, las desesperaditas era previsible(hasta de leerlo me diste escalofríos), la extranjera, no se pues pero después de "Sin tetas no hay Paraiso" a las colombianas las veo distinto, jajajaja

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