domingo, 22 de julio de 2012

Esa tortura llamada “limbo sentimental”

Una de  las grandes “epidemias apocalípticas” que atacan actualmente a hombres y mujeres por igual, es el miedo al compromiso. Y no me refiero únicamente a comprometerse para casarse, ojo, sino más bien a todo lo que implica tener un compromiso sentimental con alguien.

Supongamos que, por esas cosas locas de la vida, los astros se alinean, hay luna azul, clasificamos al mundial (ok, la última no) y finalmente conoces a un chico simpático, agradable, con pinta de caballero, que muy galantemente te invita a salir. Sorry por romperles el globito, pero si me preguntan la “invitación a salir” es otro drama. Es el primer eslabón en una cadena de autocuestionamientos a todo nivel, que muy probablemente traerán cola (léase resaca emocional).

Entonces, la parejita quiere salir y conocerse. Se mensajean o whatsappean. No, ya no se llaman. Chatean, y proponen verse en algún lugar bonito para conversar, conocerse y blablablá. La impersonalidad de estas herramientas hace que ellos y ellas puedan escribirse sin ningún tipo de compromiso. Todo es súper informal. El plus, es que ninguno escuchará la voz emocionada y nerviosa del otro, y no habrá silencios incómodos. Hoy por hoy estos gadgets son un MUST en el dating game. ¿Qué? ¿No tienes whatsapp? ¿No tienes Facebook Messenger? ¿¿¿Tampoco un smartphone??? Rey, reina: te informo cariñosamente que estás fue-ra-del-jue-go. ¡Estamos en el 2012! Ubicaína, por favaaaarr!

Llega el gran día y no sabes que carajos ponerte. Ella no quiere estar muy calata porque van a conversar y no quiere dar una impresión “equivocada”. Tampoco muy chacrosa porque él pensará que no te cuidas nada y eres la chimoltrufia versión 2.0. Verá mil opciones y dirá “¡no tengo nada que ponerme!”. Les hablaba de drama, ¿no? “¡Uy, carajo! ¿Estoy depilada?” Lo más probable es que no pienses tirártelo a la primera salida pero la verdad es que nunca sabemos qué nos podremos permitir después de unos cuantos vinitos. Ya te vi con la carita de “¿Yo? Nunca”. Por favor, ¡el que esté libre de pecado que tire la primera prenda! Acuérdate de mí.
Bueno, ella encuentra que ponerse, y si se depiló o no es su rollo. Finalmente, salen y la pasan genial. Conversan por horas y sienten que el tiempo quedó corto. Hubo un “click”. No puedes esperar a volverlo/a a ver. Pero, adivina que, no vas a tener ni puta idea de qué sintió él/ella realmente. Y, una de las reglas del juego (muy estúpida, por cierto) es no dejar entrever muy rápido que tienes interés, y para eso no debes escribirle/chatear al día siguiente, y esperar un tiempo “prudencial”. Todo con calma, todo cool, fresh, rico papito/mamita soy… tócame, que soy realidad.
Nos saltaremos las horas o días de desaparición de esa persona, hasta que vuelven a contactarse para salir nuevamente. “Bien, carajo, ¡de verdad le gusto!”… ¡STOP! Bá-ja-te, y bájate rápido porque aún no hay compromiso. El único “pseudo” compromiso que podría haber es que si no agarraron o tiraron en la primera salida, en esta hay muchas más posibilidades que así sea.

Termina la segunda salida, que más allá de que hayan agarrado o tirado (lo cual para efectos del compromiso, no significa nada), viene la etapa más complicada. Ese momento híper traumático donde se te asoma por primera vez esa escalofriante pregunta a tu mente: ¿somos algo? ¿qué somos? ¿estamos saliendo?...¿¿¿estamos??? Les dije que iba a haber drama, ¿o no?

Desde este momento la historia se puede convertir en un lindo cuento de novios, o una pesadilla de solteros/as. No nos engañemos. Si realmente nos interesa esa persona tendremos la necesidad verdadera de saber si él/ella está en la misma “sintonía” que nosotros. Y, en mi opinión, creo que es perfectamente normal.

Si decidimos seguir así, en saliditas sin compromiso por los siglos de los siglos, esperando hasta que el broder se “anime” o la reina pregunte, podemos perder muchos meses de nuestra preciada juventud y paz mental.
Esta frase se me viene a la mente: “Dime tu situación sentimental, y te diré si eres estable”. Porque, nos guste o no, ese no-saber-que-soy-para-él/ella es una tortura. Sentirás ganas de revisar muy bien su Facebook, ver sus fotos y te preguntarás, y especularás, y perderás concentración; sólo por no tener claro el “panorama”. ¿Aún no me crees? Si estas saliendo con alguien, completa esto y revisa tu nivel de “estabilidad”.

Favor ubicarse en el listado siguiente y marcar la alternativa que corresponda:
- No salgo con nadie y soy feliz = J
- He salido con alguien, pero no estamos “saliendo” = ¿?
- (Creo que) estoy saliendo con alguien, pero recién nomás = ¡!
- Estoy saliendo con alguien hace 2 o más meses = O.O
- No sé, la verdad. Salimos pero es algo así como una relación abierta = @.@

Mi consejo: mira cómo va el tema con esa persona y cuándo sientas que es el momento, pregúntale. Ojo que acá el que tenga la “sartén por el mango” será el primero que decida poner clara la situación y dejarse de “asumir” cojudeces. Quien haga esto puede ser cualquiera de los dos (sí, las chicas también). Ármate de valor y dile: ¿estamos “saliendo”? ¿somos exclusivos? ¿ves esto como algo serio ahora o a futuro? Segurito ya se les bajó la presión de sólo pensarlo, y tampoco deben preguntarlo la primera vez que se ven, pero por amor propio no debes dejar que pase el tiempo y mantengas esa incertidumbre.

Si te gusta esa persona y quieres algo más, ¡díselo! Lo peor que puede pasar es que te diga que no le gustas y que sólo eran “amigos” (que por cierto es floro barato y significaría que es un reverendo patán o una pobre cojuda). Mientras más rápido tengas certeza, más rápido podrás dejarte enamorar y disfrutarlo, o cerrar el capítulo y decir “¡NEEEEXT!”.


Las Supremes dicen que no se puede apurar al amor, y es cierto. Pero creo que podemos al menos preguntarle "¿qué onda?", jajaja.

6 comentarios:

  1. Te leo después de haberlo hecho!! yo estoy ene l "estamos saliendo, pero hace poco no más", le pregunté hace unos días "que onda?" xD...y se puede decir aclaramos las cosas. Es muy feo estar con la incertidumbre de pensar...le gusto?, no le gusto?, esta jugando?, q pretende?, q pasa por su cabeza?...

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  2. Uhmm creo que cometes el mismo que error que muchas de tus feminas congeneres, uds suponen que los hombres asumimos cosas que no decimos, si sales y te tiras a un chico, sin preguntarle antes si van a ser pareja, eres un agarre simple y llanamente, el temor a parecer monja recien salida de monasterio les impide preguntar "oye papito ya pues que vamos a ser".
    Siempre me ha sorprendido que una amiga me diga, salgo con fulanito 1 mes, nos divertimos, tiramos de lo lindo, pero no se que somos? claro mi siguiente pregunta era, se te declaro o algo parecido?, la respuesta es siempre NO pero el me cela, es amable y me habla todo el dia, uhmm no entiendo xq nunca ven lo Obvio, son su agarre, lo que no se dice no existe.

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    1. Y por qué no pueden ustedes ser los honestos y decir las cosas como son? Que un chico te cele no significa nada? Mejor no digo mas porque aun no puedo manejar bien estos límites. Es difícil no involucrarse.

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    2. Uhmm como lo esuche una vez, si vez algo que tiene cuernos, come pasto y da leche, no es necesario que te diga que es una vaca no? Ahora sinceramente el lio es que al igual que uds nosotros las analizamos y hay algunos que se vuelven especialistas en mandarles señales confusas con el unico interes de mantener un agarre disponible (ojo nunca nos declaramos, nunca fue formal nosotros si lo tenemos clarito) el hacer cosas "amables", llamarlas a cada rato, o celarlas, es un viejo truco que las pone como trompo, ya si eres muy vil arrancas con el tema de quiero un hijo tuyo.
      Si amiguita hay de todo en la viña del señor como dicen, el kit es aterrizar en one al susodicho poniendolo al fresco para que defina que busca, si te dijo enamorados, le aplicas todas la letras chiquitas del contato que quieras, avanza lento y nunca bajar la guardia por mas segura que te sientas.

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    3. Me da pena pensar que pueden haber personas tan egoístas que solo piensen en lo que ellos quieren y les importe un carajo los sentimientos del otro. "Juega con quien juegue tu juego" esa ha sido mi premisa siempre, hasta cuando he querido jugar también.

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  3. En eso te doy la razón, siempre es mejor abrir las cartas para dejar que la personas elija en que se meten o no.

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